PERSEIDAS SIN OLA DE CALOR.

El domimgo pudimos comprobar en nuestras propias carnes y las de los que nos acompañaron, como nuestro geosito nº 1, La Villuerca, es un referente ideal para los cambios de tiempo. La noche antes, cuando estuvimos preparando la ruta, ya sabíamos que allí arriba haría fresco, tirando a frío, pero, bien abrigados, se aguanta perfectamente, pero el domingo cambió el tiempo, bajaron las temperaturas y el viento ya no venía del sur, con lo que no solo hizo fresco tirando a frío, sino frío, tirando casi a helado y como la gente no se cree, cuando recomendamos llevar ropa de abrigo (polares incluídos), que ¡en Extremadura! y ¡en verano! pueda hacer frío, pues así pasó, que tuvimos que volvernos un poco antes de lo previsto... (aunque ya deberíamos haber aprendido la lección porque es algo que nos lleva pasando desde hace 12 años que comenzamos a organizar rutas nocturnas en verano, da igual lo que insistamos, todo el mundo piensa que exageramos).

Pero bueno, lo importante es que lo pasamos bien y, entre todos, pudimos pedir al menos 30 deseos que son las perseidas que vimos, más o menos, en una hora, algunas espectaculares. Claro que, algunos estuvieron más pendientes de la botellita de gloria, el cigarro en la garita, las arañas e incluso el sueño, que del firmamento, pero eso, es otra historia ........

Os dejamos unas fotos para el recuerdo. Gracias a todos los que nos acompañásteis y ¡QUE SE CUMPLAN TODOS LOS DESEOS!, LOS VUESTROS Y LOS QUE OS ENCARGARON:

Primera parada, anocheciendo rápidamente

Andando un pelín, pero muy poco.

En el Pozo de la Nieve, donde el frío ya se iba asomando. Por algo lo hicieron ahí, ¿no?

Como de costumbre, vistas espectaculares.

El Viejas "ARREBOLADO" y... ¡TARDE DE ARREBOLES, MAÑANA DE SOLES!

Gazpachito (a pesar del fresquito algunos repitieron y es que estaba de miedo), bocatas, vinito y gloria (para entrar en calor).

Colocándonos para observar el firmamento, en todas direcciones porque, a pesar de que el radiante está al noreste, se pueden ver por toda la bóveda.

¡ALAAAAAA!, una..., mira, mira, mira. dos..., otraaaaaaaa, tres, ¡jolines que yo no veo ninguna!....., que pasadaaaaaaaa, enorme, cuatro  ¡donde, donde,.. que sigo sin ver ningunaaaaaa!!!!!!!....., esa la ví, esa la ví, cinco ...... y así hasta 30, unos vieron más y otros menos (o menos que menos)

El material óptico y gráfico que, al final, el frío, no nos dejó usar como nos habría gustado.

Nuestra estrella fugaz particular, dedicada a todos los que estuvistéis. Llena de calor hacia vosotros, ese que esa noche faltó en el ambiente pero no dentro de cada uno de los que estuvimos. Te la dejamos aquí para que pidas otro deseo más.
¡HASTA LA PRÓXIMA!

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