EL ACELERADO DESPOBLAMIENTO DEL CASCO HISTÓRICO DE GUADALUPE

Todos los que vivimos en zonas rurales sabemos el gran problema generalizado de despoblamiento que afecta a nuestros pueblos, no es nada nuevo. Muchos son los programas locales, regionales, estatales y europeos, a lo largo de los últimos años, que han intentado frenar esta tendencia, algo que, por el momento, parece difícil, aunque es de agradecer el empeño y compromiso que la administración está poniendo en estos últimos tiempos en intentar paliar esta situación, pero esas medidas que proponen no se pueden quedar solo en el papel, hay que implementarlas y con rapidez. 

Casa deshabitada en el Realejo de S. Bartolomé
Compromiso es, de todos los que vivimos en el medio rural, no solo de la administración, encontrar esa fórmula mágica que revierta esa tendencia más pronto que tarde si no queremos que nuestros pueblos se conviertan en "pueblos fantasma" como ya sucede, tristemente, en muchos lugares de la geografía española. Deberíamos tener muy, muy en cuenta y muy, muy deprisa (para no llegar tarde) ese refrán tan gráfico que dice "cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar".
Casa deshabitada en Plaza de los Tres Chorros
Este problema se pone en evidencia, aún más, en aquellas poblaciones que, como Guadalupe, poseen un casco histórico antiguo definido, porque al éxodo migratorio hacia ciudades con más oportunidades, se le une el éxodo local que se produce cuando las personas se trasladan a vivir del barrio antiguo, al barrio nuevo. 

Probablemente el problema actualmente no sería tan grave si, cuando comenzó a urbanizarse el barrio nuevo, las sensibilidades hubieran sido otras y otras también las maneras de hacer las cosas. Pero eran otros tiempos, con otros problemas, con otras formas de ver la vida y con otras "modas" constructivas y urbanísticas. Ni mejores, ni peores, simplemente otras, que pueden gustarnos más o menos pero que entonces parecieron las adecuadas. Entonces..., pero no ahora.

Casa en venta en la C/ Berganza
Son, sin duda, muchas, las causas de esta "emigración local": motivos prácticos, comodidad, motivos económicos (no es barato restaurar o adaptar una casa en el barrio antiguo, máxime si hay que comprarla primero), urbanización sin control de zonas rústicas, etc.

Si no ponemos remedio, en una o dos décadas corremos el riesgo de que el casco histórico quede prácticamente vacío. Muchas son las viviendas que presentan actualmente un triste estado de abandono y otras muchas las que, aun estando en buen estado, llevan tiempo sin habitarse. Y raro es el día que no aparece algún cartel de "se vende" en la fachada de alguna casa.

Casa en venta en la C/ Real
El abandono parece más evidente en el barrio de abajo, donde un paseo por sus calles nos muestra esta tendencia, encontrándonos en muchos casos, varias casas contiguas deshabitadas. Dicha tendencia se ve agravada por el hecho de que en esa parte de la población es muy escasa la presencia de familias jóvenes, habiendo fijado su residencia, la mayoría de ellas, en el barrio nuevo.

La resistencia del barrio de arriba a ese despoblamiento, parece un poco mayor. No solo hay más casas habitadas, sino que también es mayor el número de familias jóvenes presentes. Aun así y dependiendo de la zona, son muchas también las casas vacías en el barrio de arriba.

La solución a este problema no parece fácil, máxime teniendo en cuenta como decíamos al principio la despoblación general de las zonas rurales y, sobre todo, el envejecimiento de la población. Nuestros jóvenes se van, muchos, para no volver.

Casa en venta en la Plaza de los Tres Chorros
Pero como está en nuestra naturaleza ser optimistas, el hecho de que sea difícil, no tiene por qué hacerlo imposible. Ha pasado antes con otros pueblos y ¿por que no? puede pasar también con el nuestro.

Por poner un ejemplo, nos hemos fijado en Albarracín, un precioso pueblo de Teruel, considerado uno de los más bonitos de España. Después de más de 35 años de decadencia y con uno de los índices de despoblación más altos de Europa y tras la creación de una Fundación en la que destaca la unión e implicación de diferentes administraciones, empresas y profesionales, han logrado convertir la restauración de su patrimonio en el motor de la economía de la población, lo que ha hecho que no solo haya dejado de perder población, sino que esté aumentando ligeramente. Os dejamos un enlace al final del artículo, para todos los que esteis interesados en conocer un poquito más sobre esta estupenda iniciativa llevada a cabo en Albarracín. Realmente interesante el decálogo final en el que se ha basado esta iniciativa y con el que creemos se debe identificar el desarrollo sostenible, inteligente, gradual y prolongado en el tiempo de una población como Guadalupe.

Albarracín (Teruel)
Por tanto, si esto se ha conseguido una vez, se puede conseguir muchas más, sobre todo, teniendo en cuenta las posibilidades de Guadalupe en cuanto a población histórica, cultural, peregrina y turística, situada en un enclave natural privilegiado y con unos recursos patrimoniales excepcionales. Queremos decir con esto que, bien gestionado, tenemos ya mucho camino andado que podría facilitar las cosas.

¿Como? ¿Quien tiene esa varita mágica que pueda revertir la situación? ¿Por donde empezamos? ¿Llegamos tarde? ¡Venga, venga! ¿Ganas, imaginación, innovación, inversiones, incentivos, nuevas tecnologías y conexiones?

Excelente restauración de casa particular en C/ Logroño
¿Nuevas tecnologías y conexiones? ¡Sin duda! Las necesitamos más que nadie, porque también estamos más alejados que nadie. Un buen servicio de internet y telefonía móvil puede redundar de manera esencial en la instalación de nuevas empresas, en las posibilidades del teletrabajo y en atraer a nuevos pobladores que puedan estar interesados en recuperar esas antiguas casas, porque no va a ser fácil que los habitantes actuales vuelvan del barrio nuevo al antiguo, aunque a algunos ganas no nos faltan :)

¿Incentivos? ¿Facilidades? ¡Desde luego! Políticas que incentiven y ayuden a la recuperación de casas del casco histórico para primeras viviendas, o instalación de empresas en esa zona, o ubicación de nuevos edificios administrativos, o de servicios (museos, centros de interpretación, etc. Si algo le sobra a Guadalupe es contenido para este tipo de instalaciones...). Incentivos a empresas de construcción para que, en lugar de construir viviendas nuevas centren sus esfuerzos en recuperar y poner en el mercado viviendas del casco histórico. Facilidades todas, a la instalación de empresas en el casco histórico y restauración de casas, por supuesto respetando su identidad, etc. Y esencial, como ya se ha dicho en muchos foros dedicados a la despoblación, menos trabas burocráticas y beneficios fiscales a las empresas que se instalen en zonas rurales.

Preciosa casa restaurada en el Callejón de los Alemanes
¿Inversiones? ¿Por que no? En un pueblo tan hermoso y atractivo como el nuestro, tecnológicamente moderno e inteligente en breve (la Diputación llevará la fibra óptica a todos los municipios de la provincia de Cáceres) con buena infraestructura en servicios turísticos y culturales, que seguramente mejorarán en el futuro ¿por qué no va a resultar atractivo para que nuevas empresas inviertan aquí?,
¡claro que es posible!, tenemos que trabajar para que sea posible, el futuro depende de eso. Y no solo inversión privada, sino inversión pública inteligente y efectiva para hacer cada vez más atractivo,  hermoso, aprovechable y "vivible" nuestro emblemático casco histórico.

Dentro de la, tan nombrada, Economía Circular que se quiere implantar en Extremadura, nada como el reto de volver a llenar de vida, servicios y recursos esa parte de nuestro pueblo.

Sede y Museo de la Real Asociación de Caballeros de la Virgen de Guadalupe, en
la Calle Barrero. Ejemplo de otros usos posibles para casas del casco histórico con
inversión público-privada.
¿Innovación? ¡Renovarse o morir! En todos los aspectos: en la modernización del sector primario a todos los niveles, desde el origen a la transformación de los productos y la comercialización de los mismos para que la mayor parte del valor de estos productos quede en el territorio, ¡ya hay productores que lo hacen y en el casco histórico! En el sector turístico, tan importante para sus habitantes y la fijación de población. En la artesanía, que se nos acaba, sin que haya relevo generacional. Nuevos yacimientos de empleo y nuevas oportunidades. Y también innovación en la recuperación del patrimonio con nuevos usos para esas antiguas casas que están deseando tener una segunda vida, e innovación también en la decoración, mantenimiento y embellecimiento de las calles del casco histórico, porque la cultura del detalle y de la calidad en un destino, en todos sus aspectos, marca la diferencia con otros destinos.

Casa transformada en alojamiento rural en la C/ Llana
¿Imaginación y ganas? Pues eso sobra en esta población, lo hemos demostrado hace poco para conseguir un reto puntual que, sin duda, ha sobrepasado todas nuestras expectativas, por eso, ¿qué no seremos capaces de hacer para conseguir este otro reto? eso sí, siempre de manera sostenible, ordenada, planificada, participativa, prolongada en el tiempo y que, como ha sucedido en Albarracín, convierta nuestro patrimonio en motor económico de la población.

¿Vamos a ello entre todos? o mejor ¿seguimos con ello? porque puede que esa transformación paso a paso, esté comenzando a producirse.

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